Este año, un grupo de 15 estudiantes del Liceo de Colorado, en Abangares, ha dado un paso adelante en la protección del ambiente a través del Club Rhizophora. Esta iniciativa, liderada por la profesora de Estudios Sociales, Gabriela Monge Delgado, busca sensibilizar a la población local sobre la importancia de los ecosistemas y la participación social.
La profesora Gabriela Monge resalta que la mejor forma de promover cambios es involucrarse directamente con la realidad local. “Estar inmerso en las diversas realidades que nos rodean permite generar mejoras en el país”, asegura. Bajo esta premisa, el club ofrece a los estudiantes la oportunidad de aprender y actuar en la protección de zonas tan valiosas como los manglares, las salineras y las reservas biológicas de la región.
El nombre del club, Rhizophora, hace honor al ecosistema de manglares de Colorado, donde crecen siete de las ocho especies de mangle que existen en Costa Rica, entre ellas la especie Rhizophora. Estas áreas protegidas son fundamentales para la biodiversidad y la protección costera, y es por eso que los estudiantes realizan voluntariados para limpiar playas y manglares, además de participar en actividades de reforestación y educación ambiental.
El impacto de la formación se hace evidente. Según la profesora Gabriela Monge, uno de los momentos que más le ha emocionado fue cuando vio a una de sus estudiantes enseñando a un vecino del pueblo sobre una especie endémica de la zona. “Me dijo que estaba poniendo en práctica lo aprendido en el club, y eso me llenó de mucha emoción”, comentó la docente. Esta vivencia refleja el compromiso de los jóvenes por compartir su conocimiento y generar conciencia en su comunidad.
El proyecto no solo se enfoca en el entorno inmediato. En 2023, antes de la creación oficial del club, el Liceo de Colorado fue el primer colegio en realizar una gira pedagógica a la Isla de Chira, un hito en la formación ambiental. Además, los estudiantes han tenido la oportunidad de visitar diversas áreas del país gracias a alianzas con empresas como Cempro Costa Rica, que ha facilitado capacitaciones y giras educativas.
El pasado 10 de octubre, el Club Rhizophora organizó una actividad de avistamiento de aves en los alrededores de Colorado, con el propósito de fomentar el aviturismo en la comunidad. Durante la actividad, que incluyó la participación de niños de la escuela local y sus familiares, se identificaron 48 especies de aves, de un total de más de 100 que habitan en la zona.
Este tipo de iniciativas no solo promueven el cuidado ambiental, sino que también ofrecen nuevas oportunidades para el desarrollo turístico sostenible en la región. Adriana Sanabria, Coordinadora de Relaciones Comunitarias de Cempro Costa Rica, expresó su optimismo con respecto al crecimiento del Club Rhizophora: “Confiamos en que este club siga siendo un semillero de personas comprometidas con la comunidad, que potencien aún más el desarrollo de Colorado”.
El objetivo de Gabriela Monge es que iniciativas como el Club Rhizophora se extiendan por todo el país. Con una visión clara de educación ambiental y compromiso social, este proyecto se ha convertido en un ejemplo de cómo las comunidades pueden empoderarse a través de la acción colectiva para proteger sus recursos naturales y promover un desarrollo sostenible.
Este tipo de iniciativas no solo benefician al ambiente, sino que también fortalecen el tejido social, uniendo a jóvenes, docentes y empresas en una causa común que tiene el potencial de transformar realidades locales y crear un futuro más verde para Costa Rica.
Para quienes deseen conocer más sobre el Club Rhizophora y sus actividades, pueden seguirlos en Instagram como @rhizophoraclub.





