En el corazón del distrito financiero de Londres, el icónico edificio 22 Bishopsgate se erige como un ejemplo de cómo la tecnología puede transformar los espacios laborales en entornos más seguros, sostenibles y centrados en las personas. Con 278 metros de altura y 62 pisos, este desarrollo comercial alberga oficinas para hasta 12,000 empleados, además de espacios públicos como un restaurante, un gimnasio y una galería de observación.
Desde su finalización en 2020, 22 Bishopsgate ha priorizado convertirse en un “edificio inteligente” que evoluciona constantemente para adaptarse a las necesidades de sus ocupantes. En el centro de esta transformación se encuentra la implementación de la plataforma de seguridad integrada Genetec Security Centre, la cual permite que el edificio se vuelva más eficiente e inteligente con el tiempo.
Tecnología al servicio de las personas
La clave del éxito de 22 Bishopsgate radica en la centralización de los sistemas de seguridad física e Internet de las Cosas (IoT). Al integrar controles de acceso, videovigilancia y protocolos IoT como Bacnet y MQTT, el edificio puede recopilar y analizar datos en tiempo real. Esta información no solo ayuda a identificar incidentes rápidamente, sino que también permite a los administradores del edificio detectar patrones y tomar decisiones informadas sobre futuras inversiones.
“Lo extraordinario de 22 Bishopsgate es que, cuanto más se utiliza, más inteligente se vuelve”, señaló Nick Smith, gerente de desarrollo de negocios de Genetec para el Reino Unido e Irlanda.
La flexibilidad del sistema también ha sido fundamental para su éxito. Según Glenn Cowell, gerente de sistemas inteligentes del edificio, “La personalización y adaptabilidad del Security Centre nos permite moldearlo exactamente a nuestras necesidades, garantizando que cada alarma o incidente se gestione de manera eficiente y oportuna”.
Un modelo para el futuro de los edificios sostenibles
Además de mejorar la seguridad, la plataforma unificada facilita una mejor comprensión del uso diario del edificio. Esto ha sido crucial para alinear las operaciones con los objetivos de sostenibilidad y bienestar de los ocupantes. Al consolidar todos los sistemas bajo una sola interfaz, se reduce la complejidad operativa y se mejora la experiencia tanto para inquilinos como para visitantes.
Este enfoque integrado posiciona a 22 Bishopsgate como un modelo a seguir para proyectos similares en el futuro, demostrando cómo los edificios inteligentes pueden crear entornos laborales más seguros, conectados y sostenibles.
Aunque este caso se sitúe en Londres, plantea una interrogante relevante para Costa Rica: ¿estamos preparados para adoptar este tipo de tecnología en nuestros edificios públicos y privados? La experiencia de 22 Bishopsgate ofrece una valiosa lección sobre cómo la innovación puede ser clave para optimizar espacios urbanos en constante evolución.
