Desfile de caballistas en Montes de Oca: Protestas vecinales e irregularidades marcan la polémica

El Concejo Municipal de Montes de Oca ignoró varias cartas y más de mil firmas de protesta vecinal contra el tope programado para diciembre, argumentando que no se trata de un “tope” sino de un “desfile de caballistas”. El evento, impulsado por el alcalde Domingo Argüello y previsto para el 26 de diciembre, enfrenta críticas por maltrato animal, impacto ambiental y falta de interés cultural. Además, la actividad se encuentra rodeada de supuestas irregularidades en su tramitación y uso de recursos públicos, según denuncias ciudadanas y documentos aportados.

La controversia en torno al “tope” o “desfile de caballistas” en Montes de Oca sigue escalando. Durante la sesión municipal de este lunes 2 de diciembre, se discutió y votó un dictamen de la Comisión de Asuntos Culturales que “tomó nota” de varias cartas de protesta vecinal sin dar razones, indicando únicamente que las preocupaciones no aplicaban porque el evento no es un “tope” sino un “desfile de caballistas”. Sin embargo, tanto el presidente municipal Enrique Sibaja Granados, del partido Liberación Nacional, como el alcalde Domingo Argüello García del partido Unidad Social Cristiana, principales promotores políticos del evento, han utilizado repetidamente el término “tope” para describir la actividad, generando confusión y más críticas.

Los vecinos, respaldados por regidores opositores y el síndico del distrito de San Pedro, han señalado múltiples contradicciones en la gestión administrativa y la falta de cumplimiento de los requisitos legales. Según denuncias ciudadanas y de estos actores políticos, el expediente para el trámite de la licencia comercial presenta diversas irregularidades: ausencia de permisos sanitarios, contradicciones con el permiso del MOPT para cierre de vías, desatención al criterio vinculante del Concejo de Distrito de San Pedro según el reglamento municipal, uso indebido de un acuerdo del Poder Ejecutivo de 1991 como declaratoria de interés público nacional, y empleo inapropiado de recursos públicos para un evento privado gestionado por la Cruz Roja Costarricense.

Según trascendió, el evento incluye la instalación de tarimas en vías públicas y un parque municipal, además de toldos exclusivos para “invitados especiales” gestionados por patentados de licor de la Calle de la Amargura. Esto ha generado críticas debido a las contradicciones con las promesas oficiales de no permitir bebidas alcohólicas durante la actividad. La situación se volvió aún más polémica cuando el Concejo Municipal, aprobó otro dictamen para la venta de licor en un parqueo de esa misma zona durante el tope y hasta las 3 a.m. del día siguiente.

Con una votación dividida (4 a 3) en la última sesión del Concejo Municipal, el acuerdo para avanzar con el evento no ha quedado en firme y deberá ser ratificado la próxima semana. Mientras tanto, la comunidad sigue movilizándose en contra del evento, considerando que este no representa los valores del cantón ni beneficia a la mayoría de sus habitantes.

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