La Universidad de Costa Rica (UCR) ha iniciado un ambicioso proyecto para sustituir especies exóticas por nativas en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio. Este cambio busca promover un ambiente más seguro, funcional y ecológicamente balanceado.
Transformación del campus: hacia una biodiversidad sostenible
La Ciudad Universitaria Rodrigo Facio alberga más de 3.200 árboles, muchos de los cuales, como eucaliptos, pinos y casuarinas, fueron plantados hace más de medio siglo. Aunque estos árboles han definido el paisaje del campus, presentan riesgos significativos por envejecimiento y problemas estructurales.
Entre el 9 y 21 de noviembre de 2024, se realizó la tala de 61 árboles prioritarios, en su mayoría eucaliptos. Este proceso fue impulsado por la tragedia ocurrida el 8 de noviembre, cuando la caída de una rama cobró la vida de un estudiante. La saturación de los suelos por lluvias también incrementó el riesgo de caídas, acelerando las intervenciones.
Especies nativas: un futuro más prometedor
Para junio de 2025, coincidiendo con el inicio de la temporada de lluvias, se planea iniciar la reforestación con árboles y plantas nativas producidos en el vivero institucional en Santa Ana. Estas especies están mejor adaptadas al clima y suelos locales, requieren menos mantenimiento y ofrecen importantes servicios ecosistémicos, como la captura de carbono, protección del suelo y hábitat para fauna.
En la última década, se han plantado más de 1.700 ejemplares nativos, siguiendo la directriz del Banco Mundial de sembrar tres árboles por cada uno talado. Este esfuerzo, combinado con el análisis técnico de la Comisión de Foresta Universitaria (CFU), asegura que las nuevas siembras maximicen el equilibrio ambiental del campus.
Un enfoque técnico y colaborativo
La CFU lidera el monitoreo y evaluación del arbolado en el campus, aplicando criterios como la condición del árbol, su especie y ubicación para priorizar podas o talas. En casos de emergencia, como el de noviembre, se actúa con prontitud para garantizar la seguridad.
Además, instituciones como la Compañía Nacional de Fuerza y Luz y la Escuela de Geología de la UCR han brindado apoyo en este proceso. Los trabajos de poda y tala se realizan con equipos especializados, incluyendo grúas de alta capacidad.
Educación y participación comunitaria
La reforestación no es solo un proyecto técnico, sino también una oportunidad para involucrar a estudiantes, funcionarios y comunidades aledañas. Las jornadas de siembra, programadas en época lluviosa, garantizan un alto índice de supervivencia de los árboles plantados.
Con este esfuerzo, la UCR no solo fortalece su compromiso con la sostenibilidad, sino que también transforma su campus en un espacio más seguro y ecológicamente resiliente.
