El acceso a la educación superior es un factor determinante para el progreso de las comunidades con menor desarrollo humano en Costa Rica. Consciente de esta realidad, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) implementa el Programa de Admisión Restringida (PAR), una iniciativa que desde 2005 ha permitido que jóvenes de zonas con menor índice de desarrollo social accedan a formación universitaria de calidad, garantizando igualdad de oportunidades y promoviendo el crecimiento socioeconómico en sus cantones de origen.
Una puerta abierta para la educación superior
Cada año, el TEC reserva el 10% de su matrícula de primer ingreso para estudiantes provenientes de zonas de menor desarrollo, según los índices establecidos por el Ministerio de Planificación y Política Económica (MIDEPLAN). Además del acceso a la universidad, los beneficiarios del PAR reciben becas socioeconómicas que pueden exonerar total o parcialmente el costo de sus estudios y ofrecer apoyo financiero para alojamiento, alimentación, transporte y material didáctico.
Joel Alonso Alpízar Ramírez, estudiante de Ingeniería en Computación y oriundo de Upala, es uno de los beneficiados por este programa. “Siempre había querido estudiar en el TEC, es un sueño hecho realidad. Gracias al PAR, puedo enfocarme en mi formación sin preocuparme por los costos asociados”, comentó.
Para Jackeline Torres Vargas, estudiante de Ingeniería en Diseño Industrial y proveniente de Ciudad Neily, el PAR representa una oportunidad invaluable. “Es una motivación para demostrar que sí podemos superarnos y ser un ejemplo en nuestras familias”, expresó.
Más que un cupo: Acompañamiento para el éxito académico
El PAR no solo abre las puertas de la universidad, sino que también garantiza que los estudiantes cuenten con herramientas para su éxito académico. A través del Departamento de Orientación y Psicología (DOP), los estudiantes reciben cursos de nivelación, charlas sobre manejo del tiempo y finanzas personales, acceso a servicios de salud y actividades recreativas.
Camila Delgado Agüero, vicerrectora de Vida Estudiantil y Servicios Académicos, subrayó la importancia del programa para fortalecer la equidad en la educación superior. “El PAR garantiza que estudiantes de zonas con menor desarrollo puedan competir en igualdad de condiciones. Nuestro compromiso es seguir ampliando esta iniciativa para alcanzar a más jóvenes y fortalecer la inclusión en la educación superior”, afirmó.
Impacto en el desarrollo socioeconómico
El impacto del PAR va más allá de los beneficiarios directos. Al brindar acceso a la educación superior a jóvenes de comunidades con menor desarrollo humano, el programa contribuye al crecimiento de estas zonas, ya que los profesionales graduados regresan o generan nuevas oportunidades en sus cantones de origen. Esto fortalece la economía local, fomenta la innovación y ayuda a reducir la brecha de desigualdad en el país.
Desde su creación, el PAR ha mostrado un crecimiento sostenido en la cantidad de estudiantes beneficiados. En 2024, 123 jóvenes fueron admitidos bajo esta modalidad, y para 2025 se espera continuar con esta tendencia.
Un Futuro con Más Oportunidades
El TEC reafirma su compromiso con la educación inclusiva y la equidad social, trabajando para expandir el impacto del PAR en los próximos años. La bienvenida de los nuevos estudiantes PAR 2025, realizada el 3 de febrero, marcó el inicio de una etapa que transformará sus vidas y, a largo plazo, contribuirá al desarrollo de sus comunidades.
El acceso a la educación superior no debe ser un privilegio, sino un derecho al alcance de todos. Con el Programa PAR, el TEC sigue construyendo un futuro más equitativo para Costa Rica, donde el talento y la determinación sean los principales motores del progreso.
