El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ha aprobado un crédito histórico de $565 millones para financiar un ambicioso programa de saneamiento de aguas residuales en Costa Rica. Este proyecto, ejecutado por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), beneficiará directamente a más de un millón de personas en diversas regiones del país, mejorando su calidad de vida, protegiendo el medio ambiente y promoviendo el desarrollo económico local.

El programa incluye la construcción de infraestructura clave, como 57 estaciones de bombeo, cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales y más de 159,000 conexiones domiciliares. Además, se rehabilitarán y construirán 134.6 kilómetros de tuberías en la Gran Área Metropolitana (GAM), lo que permitirá conectar las redes existentes con la planta de tratamiento Los Tajos. Estas obras no solo modernizarán los sistemas de saneamiento, sino que también generarán alrededor de 200 empleos, tanto fijos como temporales, durante su ejecución.

Impacto en la GAM y comunidades costeras

En la GAM, el proyecto beneficiará a 1.07 millones de personas en 11 cantones: San José, Desamparados, Escazú, Goicoechea, Alajuelita, Vásquez de Coronado, Tibás, Moravia, Montes de Oca, Curridabat y La Unión. La rehabilitación de tuberías y la ampliación de la red de alcantarillado mejorarán los indicadores de saneamiento y reducirán la contaminación de ríos y quebradas.

En las comunidades costeras y rurales, el programa también marcará una diferencia significativa. En Jacó, por ejemplo, se construirá una planta de tratamiento y un sistema de alcantarillado que beneficiará a más de 38,000 personas, eliminando el uso de tanques sépticos y reduciendo la contaminación de aguas subterráneas y superficiales. En Quepos, el proyecto garantizará que más del 90% de la población cuente con agua potable para el año 2046, eliminando las descargas directas de aguas residuales al mar.

En Palmares y Golfito, la construcción de redes de recolección y plantas de tratamiento no solo reducirá la contaminación, sino que también revalorizará las propiedades y protegerá áreas sensibles como el Refugio Nacional de Vida Silvestre Golfito.

Financiamiento y próximos pasos

El crédito del BCIE permitirá al AyA iniciar los procesos de licitación para los cinco proyectos de saneamiento, que incluyen la instalación de tuberías, la construcción de estaciones de bombeo y plantas de tratamiento en la GAM, Jacó, Quepos, Palmares y Golfito. Según Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo del AyA, “la particularidad que tienen estos proyectos es que, con la aprobación del uso de los recursos, podemos sacarlos a licitación inmediatamente”.

Sin embargo, el camino no ha estado exento de desafíos. En agosto del año pasado, la Sala Constitucional ordenó a las municipalidades de Quepos, Golfito y Garabito, así como al AyA, construir plantas de tratamiento y sistemas de alcantarillado en un plazo de dos años. Además, el cierre de la Unidad Ejecutora del Programa de Agua Potable y Saneamiento (PAPS) generó controversia, ya que el proyecto tenía un avance del 80.4% y requería $261 millones para su finalización.

El Sindicato de Trabajadores de Acueductos y Alcantarillados (Sitraa) interpuso un recurso de amparo, denunciando que la falta de financiamiento y la gestión inadecuada de recursos habían dejado obras sin uso y usuarios sin conexión al sistema. La Sala Constitucional ordenó al AyA tomar las acciones necesarias para garantizar la continuidad del proyecto.

Un paso hacia un futuro más sostenible

Este programa de saneamiento representa una inversión crucial para Costa Rica, no solo en términos de infraestructura, sino también en la protección de sus recursos naturales y la salud de sus habitantes. Con el apoyo del BCIE, el país avanza hacia la consolidación de un modelo de desarrollo que prioriza el bienestar de las comunidades y la sostenibilidad ambiental.

Las obras, que ya cuentan con planificación técnica avanzada, están programadas para iniciar en 2025. Además de mejorar la calidad de vida de más de un millón de costarricenses, se espera que generen empleos directos e indirectos, impulsando la economía local durante su ejecución.

Este esfuerzo conjunto entre el AyA y el BCIE demuestra que, con visión y compromiso, es posible transformar realidades y construir un país más equitativo y sostenible para las generaciones venideras.