En un esfuerzo por responder al acelerado envejecimiento de la población y garantizar entornos más accesibles y dignos, 39 municipalidades costarricenses se suman a un programa de capacitación para fortalecer sus políticas y servicios dirigidos a las personas mayores. La iniciativa, impulsada por la Mesa Coordinadora de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, busca formar a más de 100 funcionarios y líderes comunales en temas clave como economía plateada, vivienda accesible, salud mental y participación activa de este grupo poblacional.
Municipalidades en acción: ¿Cómo se traduce este compromiso?
El concepto de Ciudad Amigable con las Personas Mayores, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no es solo un ideal, sino una necesidad urgente en un país donde, según proyecciones del INEC, para 2050 una cuarta parte de la población tendrá más de 60 años. Pero, ¿cómo pueden las municipalidades pasar de la teoría a la práctica?
- Economía plateada: Oportunidad para el desarrollo local
Las municipalidades pueden incentivar emprendimientos dirigidos a personas mayores, como talleres de capacitación en tecnología, ferias de empleo para adultos mayores o alianzas con comercios que ofrezcan descuentos y servicios adaptados. Por ejemplo, una comuna podría crear un directorio de negocios “senior-friendly” o impulsar mercados locales donde productores mayores vendan sus bienes. - Vivienda y espacios públicos inclusivos
Pequeñas modificaciones urbanas marcan la diferencia: rampas en aceras, bancas en parques, señalización clara y baños públicos accesibles. Municipalidades como Curridabat y Heredia ya han avanzado en este aspecto, pero el reto es replicarlo en zonas rurales, donde el aislamiento y la falta de infraestructura agravan la vulnerabilidad de los adultos mayores. - Salud mental y redes de apoyo
Las municipalidades pueden coordinar con las Áreas Rectoras de Salud para implementar talleres sobre manejo del estrés, prevención del deterioro cognitivo y grupos de apoyo para cuidadores. Un caso concreto podría ser la creación de “clubes de la tercera edad” con actividades recreativas y psicológicas, como ya ocurre en Montes de Oca y Santa Ana. - Participación ciudadana: De beneficiarios a líderes
Involucrar a las personas mayores en la toma de decisiones es clave. Algunas comunas, como Zarcero y Grecia, han integrado consejos consultivos de adultos mayores para diseñar políticas públicas. Otras impulsan voluntariados donde ellos mismos capacitan a jóvenes en oficios tradicionales, fortaleciendo el intercambio generacional.
Los cantones que ya están trabajando
La red incluye a 39 gobiernos locales, desde Guarco hasta La Unión, demostrando que el compromiso trasciende regiones y partidos políticos. Por ejemplo:
- Cartago ha priorizado la movilidad segura con semáforos con mayor tiempo de cruce.
- Nicoya, en Guanacaste, promueve huertas comunales para fomentar la seguridad alimentaria.
- Moravia implementó un programa de acompañamiento telefónico para personas mayores solas.
Un esfuerzo multisectorial
La Mesa Coordinadora no solo reúne a municipalidades, sino también al Ministerio de Salud, la CCSS, la UCR y organizaciones como la Fundación Yamuni Tabush. Esta articulación es vital para evitar duplicidad de esfuerzos y asegurar que los proyectos tengan continuidad.
El camino por recorrer
Aunque el avance es alentador, persisten retos: mejorar el transporte rural, combatir el edadismo en las comunidades y asegurar presupuestos específicos para estas políticas. La capacitación es un primer paso, pero el verdadero éxito se medirá en calles más caminables, servicios más humanos y una sociedad que vea a sus adultos mayores no como una carga, sino como pilares de su desarrollo.
Este esfuerzo demuestra que, cuando las municipalidades asumen su rol con creatividad y compromiso, el envejecimiento no es un problema, sino una oportunidad para construir comunidades más solidarias e innovadoras.
