Con el sonido de las olas como testigo, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) entregó este jueves el galardón Bandera Azul Ecológica a 140 playas del país en una ceremonia celebrada en el Paradero Turístico Nahomí de Quepos. El acto contó con la presencia de más de 200 representantes de comités locales, municipalidades y organizaciones ambientales.
Acción comunitaria que marca la diferencia
Detrás de cada bandera ondeando hay historias de dedicación. En Playa Hermosa de Garabito, por ejemplo, los vecinos organizan jornadas mensuales de limpieza donde recolectan hasta 2 toneladas de residuos. Mientras, en Manzanillo de Limón, los pescadores artesanales implementaron un sistema para recuperar redes fantasma que dañaban los arrecifes.
“Este logro no sería posible sin el compromiso de las comunidades costeras”, destacó María Fernanda Vargas, coordinadora del programa en el Pacífico Central. “Cada comité local dedica cientos de horas voluntarias a monitorear la calidad del agua, organizar educación ambiental y mantener la infraestructura”.
Nuevo sistema de evaluación más inclusivo
El ICT implementó este año importantes cambios:
- Sistema de estrellas que reconoce distintos niveles de avance
- Mayor peso a la gestión comunitaria en los criterios de evaluación
- Enfoque especial en la reducción de plásticos de un solo uso
Los resultados son visibles en este mapa interactivo oficial, donde se aprecia cómo playas como Dominical y Cocles mejoraron su calificación gracias a los esfuerzos locales.
Preparados para Semana Santa
Para Rafael Soto, Gerente General interino del ICT, “este reconocimiento llega en el momento perfecto, garantizando a los visitantes playas seguras y bien gestionadas para la temporada alta”. El programa incluye ahora requisitos específicos sobre:
- Disponibilidad de salvavidas y señalización
- Accesibilidad para personas con discapacidad
- Protocolos de emergencia
En pueblos como Montezuma y Puerto Viejo, los comités han instalado innovadores sistemas de alerta temprana para corrientes peligrosas, demostrando que la seguridad turística y la conservación ambiental van de la mano.

Un modelo que inspira
El éxito del programa ha traspasado fronteras. Delegaciones de Panamá y Nicaragua visitaron recientemente playas como Manuel Antonio y Santa Teresa para replicar este modelo de gestión comunitaria. Como señaló el alcalde de Quepos, “la Bandera Azul no es solo un distintivo, es el resultado del amor de nuestras comunidades por el mar”.






