El Instituto Nacional de la Música (INM) está dando un paso innovador al capacitar a sus estudiantes en la composición de música para cine y videojuegos, un sector en auge que puede convertirse en un motor económico para los municipios costarricenses. Con el apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), este proyecto no solo forma talento, sino que abre puertas para que las comunidades locales aprovechen el potencial de la economía creativa.
Un Taller que transforma carreras y comunidades
Durante un año, estudiantes avanzados del INM aprenderán a crear música para películas y videojuegos, utilizando equipos de última tecnología donados por el BCIE, incluyendo teclados MIDI y herramientas de inteligencia artificial. Pero más allá de lo técnico, este programa busca diversificar las oportunidades laborales de los futuros músicos, preparándolos para un mercado global que demanda creatividad y adaptabilidad.
“Esta especialización permite a los jóvenes no solo desarrollar su arte, sino también aprender sobre mercadeo personal y finanzas básicas, habilidades clave para emprender en la industria cultural”, Laura Jiménez, directora académica del INM.
La economía creativa como Impulso municipal
Este proyecto no es solo un logro académico; es una muestra de cómo la cultura puede generar desarrollo local. Los gobiernos municipales tienen aquí una oportunidad clave:
- Generación de empleo y emprendimiento: La música para medios audiovisuales es una industria millonaria. Municipalidades pueden crear incubadoras para artistas locales, facilitar espacios de coworking y promover ferias de emprendimiento creativo, atrayendo inversión y turismo.
- Turismo cultural y festivales: Así como la Orquesta Sinfónica Juvenil participará en el Costa Rica Festival Internacional de Cine 2025, los cantones pueden organizar eventos similares. Imaginen un festival de videojuegos en Alajuela con bandas sonoras interpretadas por músicos locales, o un concurso de cortometrajes en Heredia que impulse a compositores emergentes.
- Alianzas público-privadas: El modelo de colaboración entre el INM, el BCIE y el MCJ puede replicarse a nivel local. Municipalidades podrían aliarse con universidades, empresas tecnológicas y cooperativas para financiar estudios de grabación o becas en disciplinas creativas.
Costa Rica en el mapa del entretenimiento global
El ministro de Cultura, Jorge Rodríguez Vives, resaltó que este proyecto posiciona al país en la industria del entretenimiento, un sector que según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) crece un 9% anual en Latinoamérica. “El talento costarricense tiene potencial para exportar música a estudios internacionales, pero necesitamos más apoyo local”, afirmó.
Invertir en economía creativa no es gasto, es sembrar desarrollo. Los municipios que apuesten por formación técnica en artes digitales tendrán ventaja en la atracción de empleos del futuro.
El reto para los gobiernos locales
Mientras el INM avanza, muchos artistas en cantones fuera de la GAM carecen de acceso a tecnología o capacitación. Las municipalidades pueden cerrar esta brecha:
- Espacios públicos adaptados: Convertir bibliotecas o casas de la cultura en laboratorios de creación musical con software especializado.
- Talleres itinerantes: Llevar capacitaciones en composición digital a zonas rurales, en alianza con el INM o el MCJ.
- Fondos concursables: Crear becas municipales para jóvenes que estudien carreras creativas, con compromiso de retribuir a la comunidad.
Conclusión: Música que suena a progreso
El taller del INM es un ejemplo de cómo la economía creativa puede transformar vidas y territorios. Los municipios que integren la cultura en sus planes de desarrollo no solo preservarán el arte, sino que crearán empleos innovadores, reducirán la migración juvenil y pondrán sus nombres en el mapa de la industria creativa global.
La pregunta ahora es: ¿Qué cantón costarricense será el primero en convertir esta oportunidad en realidad?





