En un esfuerzo por revitalizar uno de los sectores agrícolas más tradicionales del país, el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) y la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (LAICA) firmaron un convenio de cooperación que busca modernizar la producción cañera, mejorar la competitividad de los productores y asegurar la sostenibilidad del cultivo en el largo plazo.

Este acuerdo, con una vigencia de cuatro años, está orientado a brindar apoyo técnico, logístico y tecnológico a más de 3.200 productores micro, pequeños y medianos, cuyas fincas se extienden entre menos de una hectárea hasta un máximo de 20 hectáreas. Las regiones beneficiadas abarcan amplias zonas del país como Turrialba y Jiménez, el Valle Central, la Zona Norte, Puntarenas, Guanacaste y la Zona Sur, todas con una fuerte tradición cañera.

Una respuesta a una crisis sin precedentes

El convenio surge como respuesta a una coyuntura crítica para el sector. En los últimos años, los cañeros han enfrentado el impacto combinado de factores económicos y climáticos que han puesto en jaque la rentabilidad de la actividad. El aumento de hasta un 300% en los costos de los fertilizantes, debido a disrupciones logísticas derivadas de la pandemia por COVID-19 y conflictos internacionales, ha encarecido la producción de manera significativa. A esto se suma la afectación de las condiciones climáticas, especialmente por el fenómeno de La Niña, que golpeó con fuerza la zafra 2022-2023, reduciendo los niveles de producción en varias regiones del país.

Ante este panorama, el trabajo conjunto entre las instituciones públicas y las organizaciones del sector agrícola se vuelve indispensable. La firma de este convenio representa una apuesta por soluciones estructurales que no solo atiendan la emergencia actual, sino que también sienten las bases para un modelo más resiliente.

Tecnología al servicio de los productores

Uno de los ejes centrales del acuerdo es la incorporación de maquinaria moderna para la cosecha de caña. En concreto, se adquirirá un total de seis cosechadoras de última generación, financiadas con recursos no reembolsables aportados por el INDER. Estas máquinas tienen la capacidad de operar en terrenos con pendientes de hasta un 20% y recolectar hasta 120.000 toneladas por zafra, lo que permitirá mecanizar zonas de difícil acceso donde antes la cosecha dependía exclusivamente del trabajo manual.

Esta inversión no solo mejora la eficiencia de la recolección, sino que también atiende una de las preocupaciones más urgentes del sector: la escasez de mano de obra para labores agrícolas. En muchas regiones rurales, los productores enfrentan crecientes dificultades para contratar personal durante la temporada de cosecha, lo que limita su capacidad productiva.

Fortalecimiento institucional y coordinación regional

El convenio contempla además el acompañamiento institucional y técnico por parte de LAICA y el INDER, quienes trabajarán en conjunto con organizaciones como la Federación de Cámaras de Productores de Caña (FEDECAÑA) para garantizar que los beneficios lleguen de forma eficiente a los agricultores. Esta articulación permitirá mejorar la planificación de la zafra, optimizar el uso de los recursos disponibles y promover prácticas sostenibles en el cultivo de caña.

Las autoridades de ambas instituciones coinciden en que este esfuerzo conjunto representa un paso firme hacia una agroindustria más moderna, equitativa y respetuosa del entorno. Al garantizar un acceso más amplio a insumos esenciales como fertilizantes y maquinaria especializada, se genera un entorno más favorable para que los productores enfrenten los desafíos presentes y futuros.

Una organización con trayectoria y compromiso

Con más de 85 años de existencia, LAICA se ha consolidado como la entidad rectora del sector cañero en Costa Rica. Representa a los productores de caña y a los ingenios azucareros, vela por el equilibrio en las relaciones comerciales del sector y se encarga de la comercialización de toda la producción nacional. Entre sus marcas más conocidas están Doña María, Zukra, Natuvia y Dulceti.

A través de este nuevo convenio con INDER, LAICA reafirma su compromiso con los pequeños y medianos productores del país, quienes desempeñan un papel fundamental en la economía de numerosas comunidades rurales. Al mejorar las condiciones de producción y comercialización, se espera no solo mantener sino también fortalecer la actividad cañera, motor de empleo y desarrollo en muchos cantones del país.

Mirada hacia el futuro

Este tipo de iniciativas refleja un cambio de paradigma en el acompañamiento estatal al sector agroproductivo, en el que se prioriza la modernización tecnológica, la sostenibilidad ambiental y el fortalecimiento del tejido social rural. En un contexto global marcado por la incertidumbre, la inversión en capacidades locales y la articulación institucional se presentan como elementos clave para asegurar la soberanía alimentaria y la estabilidad de las economías rurales.

El convenio entre INDER y LAICA es, sin duda, una buena noticia para las comunidades cañeras del país. Representa una oportunidad concreta para avanzar hacia una producción más eficiente, justa y sostenible, en la que los beneficios del desarrollo lleguen a los territorios que más lo necesitan.