Sala de partos remozada brinda confort a las usuarias y acompañantes en Liberia

El hospital Enrique Baltodano Briceño en Liberia ha renovado completamente su sala de partos con el objetivo de ofrecer una experiencia más cómoda y humanizada para las mujeres que dan a luz, así como para sus acompañantes. Esta remodelación fue posible gracias a una inversión superior a los ¢200 millones y se alineó con el “Modelo para la Atención Calificada en el embarazo, parto y postparto”, que busca priorizar el bienestar de la madre, la familia y la comunidad.

Esteban Carrillo Ruiz, quien acompañó a su pareja, Jennifer Fernández Gómez, durante la labor de parto, comentó que se sintieron muy bien atendidos en el proceso. “La observan y monitorean muy bien, el espacio es cómodo, está muy bien”, relató con satisfacción. Jennifer, por su parte, destacó la atención recibida, asegurando que la experiencia ha sido positiva hasta el momento.

El director del hospital, doctor Marvin Palma Lostalo, señaló que la renovación de la sala responde a la necesidad de mejorar la infraestructura conforme a los lineamientos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), buscando siempre una atención de calidad y calidez para las madres gestantes y sus familias.

Con una superficie de 380 m², la remodelación fue realizada por el personal de Ingeniería y Mantenimiento del hospital, con el apoyo de contratistas especializados en áreas como aires acondicionados, iluminación y pisos. El ingeniero John Steven Peña García, jefe de esta área, explicó que se realizó una reconfiguración completa del espacio, incluyendo la remoción de paredes y pisos, así como la mejora de las estaciones de enfermería y la instalación de nuevas condiciones de confort.

Mejoras que impactan positivamente la atención

La nueva sala de partos dispone de nueve módulos especialmente acondicionados para que las madres puedan estar acompañadas durante el proceso de parto. La doctora Milagrito Campos Baltodano, supervisora de enfermería del servicio de Ginecoobstetricia, explicó que, en estos módulos, las madres pueden optar por dar a luz en un ambiente privado o ser trasladadas a una de las dos áreas acondicionadas para el expulsivo, con camas que pueden colocarse de manera horizontal o vertical según lo desee la madre.

Además, los servicios sanitarios y las duchas fueron remodelados para ofrecer a las madres la posibilidad de tomar terapias de relajación con agua tibia durante el proceso de parto, lo que contribuye a generar un ambiente relajado y confortable.

Esta renovación también se enfoca en el acompañamiento integral, con espacios para el duelo perinatal, donde las madres pueden recibir atención psicológica y trabajo social en un entorno privado.

La implementación de la “hora de oro”, en la que madre e hijo permanecen juntos en las primeras horas tras el nacimiento, se realiza en condiciones más favorables, promoviendo el contacto piel con piel y fortaleciendo el vínculo entre ambos. Durante este tiempo, solo se realiza la colocación de la pulsera al recién nacido, siempre que las condiciones lo permitan.

El hospital Enrique Baltodano Briceño atendió 2.638 nacimientos durante el 2024, y hasta el 28 de febrero de este año se han registrado 398 partos. Estas mejoras en la infraestructura son un paso más en el compromiso del hospital por ofrecer atención de calidad y humanizada a las madres y sus bebés.

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