Un reciente informe internacional confirma lo que ya comienza a sentirse en el sector de la planificación urbana: la inteligencia artificial (IA) no es una promesa futura, sino una herramienta que ya transforma la forma en que se diseñan las ciudades y la infraestructura. Según el estudio Embracing AI: Reshaping Today’s Cities and Built Environment, elaborado por la consultora global Arup, más de un tercio de los profesionales en arquitectura, ingeniería y planificación urbana utiliza IA de manera habitual en su trabajo. Las implicaciones para las municipalidades costarricenses son enormes, especialmente si se apuesta por una adopción estratégica y contextualizada de estas tecnologías.

Más allá de los chatbots: IA aplicada al entorno construido

El informe revela que más del 80 % de los profesionales del sector del entorno construido utilizan IA al menos una vez por semana, y no solo en formas básicas como asistentes conversacionales. Se trata de herramientas avanzadas como simulaciones a gran escala, algoritmos evolutivos, modelos de gemelos digitales, y sistemas de inteligencia artificial orientados a la sostenibilidad, la eficiencia energética y la resiliencia urbana.

Estas soluciones permiten desde mejorar el diseño y modelado de infraestructura, hasta predecir el comportamiento del agua lluvia en zonas urbanas o reducir el impacto de las olas de calor mediante mapeo satelital e inteligencia ambiental. Con estas capacidades, la IA no solo mejora la eficiencia de los proyectos, sino que contribuye directamente a enfrentar crisis globales como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Ventajas concretas: presupuesto, tiempo y sostenibilidad

Una de las principales conclusiones del estudio de Arup es que la IA tiene un efecto tangible en la ejecución de proyectos: permite reducir costos, acelerar los plazos y mejorar los resultados ambientales. Ejemplos como el campus de PwC en Sanya, China, demuestran cómo el uso de algoritmos generativos y flujos de trabajo digitales colaborativos puede acortar en semanas las fases de diseño, al tiempo que disminuye las emisiones de carbono en etapas tempranas del proyecto.

Además, herramientas como UHeat permiten mapear el efecto de isla de calor urbano en ciudades, mientras Terrain’s analiza el potencial de absorción de lluvias de cada terreno, integrando datos como tipos de suelo y cobertura vegetal. Estas capacidades técnicas son fundamentales para planificar ciudades resilientes ante fenómenos extremos, algo cada vez más relevante en países como Costa Rica.

¿Cómo pueden las municipalidades costarricenses aprovechar estas innovaciones?

La implementación de soluciones basadas en IA no tiene por qué limitarse a grandes urbes. Cantones de distintos tamaños pueden beneficiarse de herramientas adaptadas a sus escalas y necesidades. Por ejemplo:

• Planificación urbana: Gemelos digitales de barrios o distritos permitirían a los gobiernos locales simular el impacto de nuevas obras, cambios viales o desarrollos habitacionales antes de ejecutarlos.
• Gestión ambiental: Plataformas de monitoreo urbano alimentadas con IA pueden prever puntos críticos de inundación, erosión o contaminación, lo cual facilita la toma de decisiones preventivas.
• Eficiencia energética: Modelos predictivos pueden ayudar a optimizar el uso del alumbrado público, identificar oportunidades para generación renovable local y mejorar la eficiencia de edificaciones municipales.
• Infraestructura verde: IA aplicada al análisis territorial puede ayudar a definir dónde es más eficiente sembrar árboles, restaurar nacientes o crear parques urbanos con impacto climático real.

Para lograr esto, es necesario que los gobiernos locales cuenten con acceso a datos confiables, talento técnico y, sobre todo, alianzas estratégicas con universidades, empresas tecnológicas y entes como el IFAM, el MINAE o el MOPT. También es vital que exista una política nacional que incentive la innovación municipal y que regule de forma ética y equitativa el uso de estas tecnologías, como demandan el 91 % de los encuestados en el estudio de Arup.

Una llamada a democratizar la inteligencia artificial urbana

Aunque la mayoría de los profesionales del informe ve con buenos ojos la expansión de la IA, también se señalan riesgos, especialmente en relación con la concentración del desarrollo de estas herramientas en grandes empresas tecnológicas globales. Costa Rica, con su tradición democrática y su tejido de gobiernos locales activos, tiene la oportunidad de promover un enfoque más descentralizado y participativo de la innovación digital.

Con visión, capacitación y voluntad de colaboración, las municipalidades costarricenses pueden adoptar y tropicalizar estas herramientas para planificar mejor, cuidar el ambiente y mejorar la calidad de vida de sus comunidades. La IA no es solo para Silicon Valley: también puede florecer en Pérez Zeledón, Santa Ana o Siquirres, si se siembra con estrategia y se nutre con datos y ética.