La Universidad de Costa Rica (UCR) anunció oficialmente que cerrará la escuela primaria ubicada en su Recinto de Santa Cruz, en Guanacaste, a partir del 31 de diciembre de 2026. La decisión, tomada tras un análisis técnico, jurídico y financiero por parte de la Sede Regional de Guanacaste, marca el fin de un proyecto que comenzó en 2009 con fines de acción social, pero que, según la institución, no logró consolidarse conforme al marco legal y normativo universitario.

El cierre del proyecto ED-2496, que actualmente atiende a 83 estudiantes de primero a sexto grado, ha sido motivo de atención en el cantón de Santa Cruz, una comunidad que enfrenta desde hace años limitaciones estructurales en materia de acceso equitativo a servicios educativos, en particular en la etapa preuniversitaria y universitaria. Para muchas familias, esta escuela representaba no solo una opción educativa cercana y de calidad, sino también un espacio formativo con el respaldo institucional de la principal universidad pública del país.

Impacto local y necesidad de alternativas

La clausura del centro educativo afecta directamente a decenas de familias santacruceñas que deberán buscar nuevas opciones escolares para sus hijos. Si bien la UCR ha enfatizado que el proceso de cierre será acompañado y que se está trabajando con el Ministerio de Educación Pública (MEP) en la creación de una eventual escuela laboratorio, la incertidumbre sobre el corto plazo persiste en la comunidad.

En cantones como Santa Cruz, donde la oferta pública educativa enfrenta retos relacionados con cobertura, calidad y recursos, la pérdida de una opción como la brindada por el recinto universitario representa un golpe sensible. La zona ha experimentado históricamente desigualdades en infraestructura educativa, lo que obliga a muchas familias a trasladarse largas distancias para acceder a centros que respondan a sus necesidades.

Reconversión académica: una apuesta al futuro

La UCR justificó su decisión señalando que el modelo de la escuela se volvió incompatible con el entorno universitario. Las dinámicas propias de la educación primaria, como el juego o el ruido, interferían con las clases del nivel superior. A raíz de ello, las autoridades de la Sede de Guanacaste han planteado una reconversión del recinto, enfocándose en consolidar la misión académica universitaria.

Dentro de la nueva estrategia se contempla ampliar la oferta de carreras, fortalecer las áreas de Estudios Generales y Ciencias Básicas, y concretar la apertura de programas como Agronomía y Economía Agrícola. También se proyecta un laboratorio de innovación comunitario con apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, y se considera la implementación de programas técnicos dirigidos a jóvenes que no optan por una carrera universitaria tradicional.

Estas iniciativas buscan no solo dar uso al espacio que dejará la escuela, sino también ofrecer nuevas oportunidades a la población local, especialmente a estudiantes de zonas rurales cercanas y la región peninsular, quienes muchas veces enfrentan barreras geográficas, económicas y sociales para continuar con sus estudios.

Opciones educativas cercanas

Aunque el cierre de la escuela universitaria limita una opción en el corazón del cantón, Santa Cruz aún cuenta con otras instituciones públicas y privadas que ofrecen educación primaria. Sin embargo, su capacidad y calidad varían, y en algunos casos, enfrentan condiciones de hacinamiento o carencias estructurales.

En el ámbito de la educación superior, además del propio recinto de la UCR, operan en la región sedes de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), así como presencia intermitente de programas del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y otras universidades privadas. No obstante, la cobertura sigue siendo baja en comparación con las necesidades reales del territorio, y muchas carreras especializadas no están disponibles sin trasladarse a otras ciudades como Liberia, Nicoya o incluso el Valle Central.

Un llamado a la planificación educativa territorial

La salida de esta escuela primaria de las instalaciones de la UCR en Santa Cruz deja al descubierto la fragilidad de los vínculos entre la educación superior y las comunidades locales cuando no hay una planificación institucional sostenida ni articulación efectiva con el Estado.

La eventual creación de una escuela laboratorio en alianza con el MEP, tal como plantea la Universidad, sería un paso positivo, pero su concreción aún es incierta. Mientras tanto, el cantón se enfrenta al desafío de suplir esta ausencia en el corto plazo y de garantizar que la reconversión universitaria beneficie de manera directa a las juventudes de la zona.

Lo sucedido en Santa Cruz debe servir como una oportunidad para discutir a nivel cantonal y regional sobre el papel de las universidades públicas, la necesidad de modelos educativos coherentes con la realidad local y la urgencia de construir una política educativa más descentralizada, inclusiva y con visión territorial.