Nuevo impulso al proyecto PAACUME busca garantizar agua para la bajura guanacasteca

La reciente firma de un contrato entre el SENARA y el ICE marca un nuevo avance en el ambicioso Proyecto de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del Río Tempisque y Comunidades Costeras (PAACUME), una iniciativa que promete transformar la disponibilidad de agua en la provincia de Guanacaste. El acuerdo contempla el diseño y la construcción de obras clave como la toma de aguas, un túnel de conducción, tuberías forzadas y un canal de restitución, con una inversión de $33,61 millones financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Estas obras permitirán iniciar el desvío del canal oeste, paso previo necesario para la construcción de la presa del embalse Río Piedras, uno de los componentes principales del PAACUME. Se espera que la ejecución de estas tareas comience en el segundo semestre de 2025.

El PAACUME es uno de los proyectos más importantes en materia hídrica del país. Su objetivo principal es aprovechar el potencial del embalse Río Piedras para garantizar el acceso al recurso hídrico a cientos de productores agrícolas de los cantones de Nicoya, Santa Cruz y Carrillo. En total, se proyecta beneficiar directamente a 746 productores, cubriendo una superficie agrícola de más de 18.600 hectáreas. Esta disponibilidad de agua tendrá un impacto directo en la seguridad alimentaria, la generación de empleo rural y la sostenibilidad de los medios de vida en la Región Chorotega.

Además de su enfoque agrícola, el PAACUME integra componentes de generación hidroeléctrica y abastecimiento futuro de agua potable, lo que lo convierte en un proyecto de carácter multifuncional. En julio de 2024, el SENARA y el ICE ya habían suscrito un convenio interinstitucional para coordinar la construcción, operación y mantenimiento de las obras vinculadas a la generación eléctrica del sistema.

El diseño del PAACUME responde a un desafío central de la región: la escasez de agua frente al aumento de las temperaturas y la variabilidad climática. Durante décadas, el acceso al recurso hídrico ha sido una limitante estructural para el desarrollo sostenible del Pacífico Norte, donde confluyen intereses agrícolas, turísticos y poblacionales.

No obstante, el proyecto también enfrenta importantes retos. Entre ellos destacan el cumplimiento de los estándares ambientales y arqueológicos exigidos por ley, la coordinación efectiva entre las instituciones involucradas y la necesidad de garantizar una distribución equitativa del agua entre sectores. La etapa en curso, centrada en la planificación y validación de los diseños, será clave para asegurar la viabilidad técnica, social y financiera del proyecto.

La ejecución del PAACUME no solo representa una apuesta por el desarrollo de Guanacaste, sino también un ejemplo de cómo los proyectos de infraestructura pueden orientarse a la resiliencia climática y al bienestar de las comunidades. El seguimiento ciudadano y el control institucional serán determinantes para que la promesa de “agua para la bajura” se convierta en una realidad duradera.

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