Un reciente estudio internacional advierte que la implementación de sistemas de gestión de tránsito inteligente podría convertirse en una de las herramientas más eficaces para combatir el cambio climático en zonas urbanas. Según la firma especializada Juniper Research, estas soluciones tecnológicas podrían lograr una reducción de hasta 923 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO₂) en el mundo para el año 2030, una cifra que representa cerca del 1,5 % de las emisiones globales proyectadas para esa fecha.

La investigación, titulada Red, Amber, Green: Innovations in Smart Traffic Management, muestra un crecimiento significativo en el impacto ambiental de estas tecnologías, con un aumento del 151 % en comparación con las proyecciones de reducción para 2025. No obstante, este avance depende de que los sistemas sean acompañados por un fortalecimiento equivalente en materia de ciberseguridad.

Un reto de seguridad en entornos automatizados

A medida que los sistemas de tránsito inteligente integran más sensores y procesan grandes volúmenes de datos en tiempo real para optimizar el flujo vehicular, se incrementa también el riesgo de ataques cibernéticos. Por ello, el informe señala la urgencia de adoptar tecnologías capaces de minimizar la exposición de los datos personales recolectados, sin sacrificar la eficiencia operativa.

Entre las soluciones recomendadas se encuentran técnicas como el aprendizaje federado y la minimización de datos, que permiten analizar información sin necesidad de centralizarla ni de comprometer la identidad de las personas usuarias. Esto no solo refuerza la confianza ciudadana, sino que también reduce las probabilidades de filtraciones de información sensible.

Un modelo aplicable a Costa Rica

En el contexto costarricense, donde muchas municipalidades enfrentan desafíos diarios relacionados con la congestión vehicular y la contaminación del aire, este tipo de sistemas representa una oportunidad valiosa. Cantones como San José, Alajuela, Heredia o Cartago, donde el parque vehicular ha crecido significativamente, podrían beneficiarse de soluciones como semáforos inteligentes, sensores de tráfico en tiempo real y plataformas de análisis de datos para tomar decisiones más ágiles sobre la gestión vial.

Sin embargo, para garantizar una implementación exitosa en el país, es clave que las municipalidades contemplen desde un inicio medidas sólidas de protección de datos, asegurando que la información que se recopila no sea utilizada con fines no autorizados. La creación de normativas locales, en colaboración con instituciones como la Dirección General de Protección de Datos Personales y el IFAM, podría ser un primer paso hacia un desarrollo tecnológico responsable.

Proyecciones de mercado

El informe también anticipa que el mercado global de soluciones de tránsito inteligente pasará de generar $14.800 millones en 2025 a $32.700 millones en 2030. Esto abre una ventana de oportunidad para que gobiernos locales y empresas del sector tecnológico en Costa Rica consideren este campo como un nicho estratégico de innovación, inversión y desarrollo sostenible.

Con un enfoque municipal claro y transparente, la gestión inteligente del tránsito no solo puede aliviar los problemas de movilidad urbana, sino que también puede posicionarse como una acción concreta frente a la crisis climática que afecta a todo el planeta.