En Grecia, la empresa encargada de la distribución eléctrica, Hedno, ha dado un paso importante para modernizar su sistema eléctrico mediante la adopción de una avanzada infraestructura de medición inteligente. Este proyecto, considerado uno de los más ambiciosos en la región, busca mejorar la eficiencia operativa y la experiencia de los usuarios a través de una gestión más precisa y en tiempo real del consumo energético.
Para ello, Hedno ha firmado un contrato con la empresa tecnológica Itron para implementar su sistema Enterprise Edition de gestión de datos de medidores (MDM) y una plataforma de operación de borde inteligente (IEOS). Este sistema permitirá manejar información de más de 7.7 millones de medidores, incluyendo casi un millón de nuevos medidores inteligentes que funcionan con tecnología NB-IoT, facilitando una lectura remota, más rápida y precisa.
El objetivo a largo plazo de Hedno es integrar mayor cantidad de recursos energéticos distribuidos, como fuentes renovables y tecnologías de autoconsumo, avanzando hacia la meta de emisiones netas cero para 2050. Con estas herramientas, la empresa podrá detectar pérdidas técnicas y no técnicas, mejorar la gestión de activos y ofrecer a los consumidores servicios digitales más flexibles, desde facturación personalizada hasta mantenimiento predictivo.
La realidad en Costa Rica
En Costa Rica, las empresas distribuidoras de electricidad están en etapas iniciales respecto a la adopción masiva de medidores inteligentes y sistemas integrados de gestión de datos. Algunas instituciones, como la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), han realizado pilotos y proyectos limitados de medidores inteligentes, principalmente con el fin de mejorar la eficiencia en la lectura y reducir pérdidas.
Sin embargo, la implementación integral de sistemas que permitan un análisis avanzado en tiempo real, integración de recursos distribuidos y una gestión inteligente al nivel que se observa en Grecia aún no está generalizada en el país. La mayoría de las distribuidoras están enfocadas en modernizar progresivamente sus redes y evaluar tecnologías compatibles con el contexto nacional.
El avance hacia redes eléctricas inteligentes en Costa Rica enfrenta desafíos como la inversión inicial, la capacitación técnica, la infraestructura de comunicaciones y la adaptación regulatoria. No obstante, dada la ambición del país por fortalecer la sostenibilidad energética y su compromiso con la carbono neutralidad, es probable que en los próximos años se observe un impulso mayor hacia estas tecnologías.
Las municipalidades costarricenses, que muchas veces coordinan con las distribuidoras locales y promueven iniciativas ambientales, podrían ser clave para apoyar proyectos piloto o la educación comunitaria sobre beneficios de la digitalización del sistema eléctrico.





