A partir del martes 9 de setiembre iniciará la intervención de 12 kilómetros de la ruta 230, que conecta los cantones de Turrialba, Alvarado y Oreamuno, en Cartago. La obra contará con una inversión de ¢3.000 millones destinada al perfilado de la carretera y la colocación de una nueva carpeta asfáltica, además de la demarcación con pintura termoplástica.

El proyecto busca mejorar la comodidad, seguridad y fluidez del tránsito para quienes transitan diariamente por esta vía. Según detallaron desde la Gerencia de Conservación de Vías y Puentes del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), los trabajos se ejecutarán durante el día y la noche, con pasos regulados, y se espera que la obra esté finalizada en aproximadamente dos meses.

El perfilado y recarpeteo consistirá en retirar la superficie de rodadura existente para reemplazarla con una nueva carpeta asfáltica de 10 a 12,5 centímetros de espesor, diseñada para ofrecer mayor durabilidad y resistencia al tránsito pesado. Adicionalmente, se destinarán ¢105 millones para reforzar el sistema de drenajes, que incluirá limpieza de cunetas existentes, construcción de nuevas y reemplazo de pasos de alcantarilla, garantizando un desagüe eficiente del agua pluvial.

El mantenimiento adecuado de la infraestructura vial no solo asegura carreteras más seguras, sino que también contribuye a reducir accidentes, minimizar daños a los vehículos y optimizar los tiempos de desplazamiento. En regiones como Turrialba, Alvarado y Oreamuno, donde el transporte de personas y productos agrícolas es constante, contar con rutas en buen estado fortalece la economía local y mejora la calidad de vida de los habitantes.

La rehabilitación de la ruta 230 es un ejemplo claro de la importancia de invertir en conservación vial, asegurando que las carreteras no solo cumplan su función de conectar puntos geográficos, sino que también brinden seguridad, eficiencia y confort a quienes dependen de ellas a diario.