Tras semanas de desencuentros, los alcaldes de San José, Goicoechea y Montes de Oca anunciaron un acuerdo político para continuar con el proyecto en la finca El Maderal. El compromiso busca aclarar que la iniciativa no corresponde a un relleno sanitario, sino a un centro integral de valorización de residuos con componentes de reciclaje, compostaje y vivero forestal.

Un plan bajo tensión vecinal

El Maderal, ubicado en el límite entre Goicoechea y Sabanilla, se convirtió en un punto de fricción. Vecinos de Montes de Oca han advertido sobre posibles afectaciones ambientales, tránsito pesado, olores y riesgos sanitarios por la cercanía con viviendas, centros educativos y quebradas.

Aunque el acuerdo político entre los alcaldes Diego Miranda (San José), Francisco Chavarría (Goicoechea) y Domingo Argüello (Montes de Oca) busca disipar esos temores, la desconfianza permanece. Argüello recordó que experiencias previas como La Carpio y El Huazo fueron presentadas como parques ambientales y terminaron operando como rellenos tradicionales.

Marco legal: una ruta pendiente

Los impulsores del proyecto señalan que El Maderal se ajusta a la Ley de Gestión Integral de Residuos (Ley 8839), el Plan Nacional de Descarbonización y el decreto 44974-S del Ministerio de Salud. Sin embargo, aún no se han presentado estudios ni permisos ante la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) ni el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA).

Esto significa que, aunque exista voluntad política y un discurso alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el proyecto todavía debe someterse a un proceso de evaluación ambiental vinculante. Cualquier error en esta fase puede exponer a los gobiernos locales a recursos legales y eventuales medidas cautelares.

Además, la Ley 8839 obliga a los municipios a priorizar la separación en la fuente y la valorización de materiales antes de cualquier tratamiento final. El reto es comprobar que El Maderal no se convierta, de facto, en un centro de transferencia encubierto.

Compromisos anunciados

El acuerdo firmado incluye cuatro ejes:

• No habilitar rellenos sanitarios ni centros de transferencia en El Maderal.
• Garantizar procesos de participación ciudadana.
• Mantener transparencia y comunicación constante.
• Actuar con responsabilidad social y ambiental.

También se conformó una mesa de trabajo con regidores, síndicos, vecinos y organizaciones comunales. Su efectividad dependerá de que los municipios transparenten estudios técnicos, planes de manejo de aguas residuales, control de olores y medidas de mitigación vial.

Un examen para la gobernanza metropolitana

Más allá de la retórica ambiental, El Maderal será una prueba de gobernanza intermunicipal. San José y Goicoechea impulsan el proyecto, mientras Montes de Oca exige garantías jurídicas y participación vinculante.

En este punto, la normativa es clara: ninguna instalación de gestión de residuos podrá operar sin la autorización del Ministerio de Salud, los estudios de impacto ambiental aprobados por SETENA y la validación técnica del CFIA.

Mientras estos procesos no se concreten, el acuerdo político queda en el terreno de la intención. La confianza de las comunidades solo se consolidará cuando existan resoluciones oficiales que garanticen que El Maderal será un centro ambiental y no un relleno disfrazado.